En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario presentó al subsecretario de Seguridad Ricardo Mejías quien confirmó que, efectivamente, no hay cadáveres en la matanza porque los autores de la ejecución se los llevaron y solamente se confirma la muerte del cabecilla de uno de los grupos.
Como es imposible hasta ahora conocer cuántos fueron ejecutados a la usanza antigua de recostarlos a un paredón y tirotearlos, y las autoridades locales tardaron en informar, se produjo en las redes sociales y en los medios digitales una ola de especulación y señalamientos muy críticos a las autoridades.
López Obrador consideró la reacción en esos medios como parte de las campañas de desinformación que el conservadurismo contrario a su gobierno desata sobre cualquier tema que consideren perjudicial al ejecutivo.
Se quejó de que la mayoría de los grandes medios mexicanos hacen coro en contra de la transformación que está llevando a cabo con el apoyo de millones de compatriotas y, como siempre ha sucedido, se agrupan y articulan, y los tildó de grupos que reaccionan contra todo y es lo que estamos enfrentando en el país.
Denunció que esos grandes medios quieren mantener el estatus quo de los gobiernos neoliberales, que nadie cambie para seguir saqueando al país en beneficio de una minoría, y como no se habla mucho de esto está obligado a repetirlo.
Ese es el fondo del problema, pero vamos a seguir adelante. Hay una minoría que tiene toda la riqueza de México y la mayoría de los ciudadanos están marginados, son despreciados por el racismo y la discriminación. Pero ya eso se termina con la transformación, aseguró López Obrador.
Quieren dominar las redes sociales, pero aun con sus problemas gracias a ellas fluye más la información, la gente participa más y está más politizada, pero el gobierno está obligado a estar dando a conocer estas cosas, no ocultar nada y eso ayuda mucho a la vida republicana, afirmó el mandatario.
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