“Yo no me voy a correr ante un grupo minúsculo que pretende desconocer la voluntad del pueblo, para mí no hay paso atrás, yo estoy donde el pueblo me ha puesto”, dijo en una concentración masiva en la localidad norandina de Bambamarca.
Se refirió así a un nuevo proceso de vacancia que impulsa el congresista de extrema derecha Jorge Montoya, quien dijo que confía en reunir los 87 votos necesarios para que el Congreso retire a Castillo y añadió que “va a tener su cuota de sangre”.
Castillo denunció una campaña confusionista que sostiene que va a renunciar y que es corrupto. “Yo he venido a corregir los errores que se han dado en este país”, dijo al mencionar que la corrupción ha robado al Perú más de 20 mil millones de soles (cinco mil 263 millones de dólares).
“Ayúdenme a corregir esa situación, vamos a seguir luchando, aquí nadie se rinde, nadie se queda atrás”, agregó, mientras los asistentes al mitin coreban “Cierren el Congreso”, plaza fuerte de la oposición al mandatario.
Entretanto, la congresista Margot Palacios, del partido gobernante, Perú Libre, condenó las declaraciones de su colega Montoya sobre una vacancia ensangrentada.
“No permitiremos que la extrema derecha genere un baño de sangre del pueblo peruano”, dijo y pidió que el impulsor de la defenestración de Castillo dé explicaciones y que la Fiscalía investigue la amenaza.
Montoya reconoció también que hasta hoy no reunió las 33 firmas necesarias para presentar la moción de vacancia, apoyada por su partido, Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País, que forman un bloque que intentó vacar al mandatario por no contar siquiera con 52 de votos para que la moción entre al debate.
De otro lado, el exprocurador Anticorrupción Cézar Azabache pronosticó que, de ser vacado Castillo, habrá otra vez grandes protestas sociales como las que, al costo de dos muertos, obligó a renunciar al presidente conservador Manuel Merino.
Merino duró menos de una semana en el cargo asumido tras la vacancia del gobernante Martín Vizcarra, en noviembre de 2021.
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