En la inauguración en formato virtual de la trigésimo segunda edición del taller de primavera el multifacético grupo profesional, De Molli señaló que ‘nuestro modelo (de pronóstico) tiene en cuenta las grandes incertidumbres que caracterizan 2021’.
Al respecto, mencionó las dificultades de prever la evolución de la pandemia de Covid-19 y su ulterior impacto económico, la rapidez de la campaña de vacunación y el tiempo necesario para el retorno a la normalidad de la actividad comercial, la movilidad y el trabajo.
En opinión del directivo, la complejidad del escenario económico se refleja en la heterogeneidad de las previsiones pues mientras el Fondo Monetario Internacional prevé un incremento de tres por ciento, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico considera llegará a 4,1.
De Molli apuntó que según el modelo econométrico elaborado por ‘La casa europea-Ambrosetti’, la variación positiva en 2022 y 2023 será de 2,6 y 1,6 por ciento, respectivamente, con un rango de oscilación en dependencia del escenario real en ese período.
Por tal motivo, precisó, con un crecimiento promedio de 1,5 por ciento anual en ese bienio, es factible pensar que Italia retornará a los niveles previos a la crisis provocada por la Covid-19 nunca antes de 2025.
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