Datos oficiales revelan que, en concepto de Derechos Especiales de Giro con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país recibió 353.5 millones de dólares, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aportó 200 millones de dólares y el Banco Internacional de Pagos remitió 300 millones de dólares.
El informe del Banco Central también muestra que en el año 2021 la economía nicaragüense experimentó recuperación tras el intento de golpe de Estado contra el mandatario Daniel Ortega en 2018 y la crisis epidemiológica mundial y buen desempeño de la mayoría de los sectores.
De acuerdo con el documento, el territorio evidenció también el impulso del consumo y la inversión extranjera y reveló que, como parte del fortalecimiento de las estadísticas macroeconómicas, el gobierno sandinista promovió la creación de matrices de empleo.
Con anterioridad trascendió que el BCIE apoyó el crecimiento monetario, social y ambiental de Nicaragua, contribuyó a la reducción de la pobreza y la desigualdad y los programas amparados por esa entidad financiera mejoran la calidad de vida de más de seis millones de ciudadanos.
La ejecución de 36 iniciativas y proyectos impactan en sectores como infraestructura vial, hospitalaria, portuaria y aérea, energía, agua potable, saneamiento, vivienda, agricultura y cambio climático y, en 2021, finalizó la ejecución de otras propuestas como la Rehabilitación y Modernización de las Plantas Hidroeléctricas.
El plan para 2022 prevé la finalización de las obras del Programa de Electrificación Sostenible y Energía Renovable, la Ampliación de los Sistemas de Abastecimiento de Agua Potable y Saneamiento en 19 ciudades y la edificación del Hospital Departamental de Chinandega.
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