Al cierre de los colegios, y de manera aún extraoficial, Yoon exhibía el 48,4 por ciento de los votos, frente al 47,8 por ciento de Lee Jae-myung, del gobernante Partido Demócrata, en la carrera electoral más reñida en la historia del país asiático.
Así lo reflejó una encuesta a boca de urna realizada conjuntamente por tres cadenas de televisión, las cuales han tenido una tasa de precisión del ciento por ciento desde que comenzaron a realizarse en 1997.
En un último esfuerzo por reunir apoyo, ambas agrupaciones realizaron mítines la víspera para decenas de miles de surcoreanos en esta capital, a pesar de que ese día se sumaron 342 mil casos de Covid-19. Las dos plazas escogidas, a menos de 500 metros de distancia, se llenaron de seguidores de cada bando, y este miércoles más del 75 por ciento de los 44 millones de votantes elegibles acudieron a las urnas.
Durante las últimas horas ambos candidatos atacaron a la esposa del otro, Lee acusó a Yoon de ser un borracho, y además hubo imputaciones sin fundamento de fraude electoral y afirmaciones de que los chamanes se habían infiltrado en la campaña.
Los ataques personales oscurecieron lo que de otro modo serían diferencias políticas sustanciales entre ambos aspirantes, tanto en temas nacionales como internacionales.
Según analistas, los votantes jóvenes serán fundamentales, y debían decidir entre los programas de bienestar social de los demócratas o el pequeño gobierno proempresarial del Partido del Poder Popular.
Se espera que el resultado final de los comicios se anuncie en las primeras horas del jueves, y así conocer al sucesor de Moon Jae-in, a quien la Constitución le prohibía buscar la reelección.
mem/lp