En la tercera y última jornada del foro virtual organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Arenas explicó que las afectaciones reflejan las brechas de acceso a alternativas de calidad para la continuación de los estudios.
Amplió que el área padecía una crisis precedente y a ella se sumaron nuevos impactos en pobreza, desigualdad, desocupación e informalidad laboral, los cuales serán difíciles de recuperar.
Existe un riesgo de una generación perdida debido a este contexto crítico, acotó el directivo en el Foro regional sobre el Desarrollo Sostenible 2022.
Para controlar la crisis sanitaria generada por la Covid-19, dijo, se requieren políticas integrales de salud, educación, economía y la protección social en el mediano plazo.
Debemos aprovechar la oportunidad histórica que nos entrega la pandemia para repensar la estructuración de la educación, una manera de avanzar hacia sistemas resilientes inclusivos y con una oferta de calidad desde una perspectiva de igualdad de género, afirmó.
En materia educativa los efectos de la Covid-19 son adversos y desiguales, sobre todo, en el desarrollo de las capacidades a partir de la necesaria interrupción de las clases, que en el área fue de un promedio de unas 56 semanas de cierre parcial o completo, el mayor del mundo.
Indicó el directivo que, además de los efectos negativos en los infantes y adolescentes, también se dañaron las relaciones en sectores vulnerables como los rurales indígenas, afrodescendientes, emigrantes, mujeres y personas con discapacidad.
Por ejemplo, en la región más cuidadores tuvieron que afrontar mayores sobrecargas y la pandemia visibilizó el injusto trabajo de la mujer sobre quién recae.
Para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible es necesario invertir en educación y en las personas para reducir la desigualdad, aseveró
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