Por medio de un mensaje con motivo de cumplirse dos años desde el inicio de la crisis sanitaria, el máximo representante de Naciones Unidas recalcó que la distribución de vacunas anti-Covid-19 continúa escandalosamente desigual.
Los fabricantes producen mil 500 millones de dosis al mes, pero casi tres mil millones de personas siguen esperando su primera inyección, añadió.
Este fracaso es el resultado directo de decisiones políticas y presupuestarias que dan prioridad a la salud de las personas en los países ricos y dejan atrás a quienes viven en naciones pobres, se lamentó.
Según destacó el diplomático portugués, el costo más trágico de la pandemia ha sido en la salud y la vida de millones de personas, con más de 446 millones de casos en todo el mundo y superando la cifra de seis millones de muertes confirmadas.
Además, continuó, muchos lidian ahora con los problemas de salud mental que genera esta crisis.
Gracias a medidas de salud pública sin precedentes y al desarrollo y despliegue extraordinariamente rápidos de vacunas, en muchas partes del orbe están controlando la pandemia, pero otros se quedan atrás, insistió.
Pese a los numerosos desafíos globales, Guterres llamó a concentrar esfuerzos para alcanzar el objetivo de vacunar al 70 por ciento de las personas en todos los países para mediados de este año. Los gobiernos y las empresas farmacéuticas deben trabajar juntos para multiplicar el número de países capaces de producir pruebas, vacunas y tratamientos compartiendo licencias y propiedad intelectual, y brindando el apoyo tecnológico y financiero necesario, recalcó.
Al mismo tiempo, dijo el secretario general de la ONU, son necesarios sistemas nacionales sólidos de administración de vacunas, incluidos los esfuerzos con el fin de contrarrestar la desinformación.
El titular abogó por combinar ciencia y solidaridad para poner fin al triste capítulo en la historia de la humanidad que representa la pandemia de la Covid-19.
Justo cuando la pandemia inicia su segundo año, expertos de salud y epidemiólogos subrayan que la crisis sanitaria está lejos de terminar.
La actual cifra de muertes debido a la Covid-19 en el mundo supera a las poblaciones de Berlín y Bruselas juntas, pero se estima que el número real resulta mucho mayor, pues gran cantidad de casos no se contabilizan debido a deficiencias de registros y pruebas.
El pasado 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud declaró pandemia la ola global de contagios a causa del coronavirus SARS-CoV-2, un término que había dejado de emplear anteriormente en su medición de epidemias.
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