El informe de la IATA tiene en cuenta que el número de vuelos se redujo en un 53 por ciento como consecuencia de la pandemia, por lo que la tasa total de incidentes experimentó un ligero repunte, pasando de 1,38 por millón de vuelos a 1,71.
En total, durante el año pasado, hubo 38 accidentes aéreos en el mundo, de los cuales sólo cinco tuvieron fatalidades a bordo, con la muerte de 132 personas.
No obstante, el riesgo de fallecimiento se mantiene estable, con un promedio de 0,13 por millón de vuelos (en 2019 era del 0,09).
Según esa organización mundial de las líneas aéreas regulares, una persona tendría que viajar en avión todos los días durante 461 años antes de sufrir un accidente con al menos un fallecido.
De acuerdo con el reporte en 2020 no hubo un solo accidente de aviación comercial como resultado de una pérdida de control en vuelo, siendo la primera vez en 15 años que esto no sucede.
Para 2021, esta situación se modificó, debido al accidente del vuelo de Sriwijaya Air en Indonesia, a inicios de año.
El director general de la IATA, Alexandre de Juniac, destacó que ‘volar es seguro, aunque la industria dio un paso atrás en el rendimiento durante 2020’.
Significó que la severa reducción en el número de vuelos magnificó el impacto de cada accidente cuando se calculan las tarifas, pero los números no mienten y se trabajará con un mayor rigor en la seguridad durante este periodo de operaciones reducidas para impedir sea una tendencia.
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