El almirante Osama Rabie, presidente de la SCA, recalcó en conferencia de prensa que proporcionarán todos los servicios logísticos a las embarcaciones varadas.
Sobre las labores de rescate, Rabie dijo que habían concluido el dragado alrededor del barco y ahora realizaban las maniobras de remolque.
En el proceso, ‘técnicamente complejo’ participan catorce remolcadores, pero según el funcionario, para el éxito serán determinantes otras variables como la dirección del viento y las mareas, lo cual dificulta un pronóstico certero respecto a la reanudación del tráfico a través del canal.
Sobre las causas del incidente, Rabie descartó la tormenta de arena del martes pasado en Egipto, sin ofrecer más detalles.
Desde el inicio de la crisis, tanto la SCA como la compañía taiwanesa arrendataria del colosal navío, aseguraron que el polvo y los fuertes vientos de más de 70 kilómetros por hora provocaron el encallamiento.
Para esclarecer el origen del accidente será necesaria una investigación exhaustiva, pero antes, la prioridad es mover la nave de 400 metros de largo por 59 de ancho y reestablecer el tránsito regular, apuntó el almirante.
El canal de Suez enlaza el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo. A través de él cruza alrededor del 12 por ciento del comercio internacional.
El bloqueo implica una pérdida cercana a los nueve mil 600 millones de dólares diarios, por concepto de retención de mercancías, de acuerdo con cifras del servicio de análisis Lloyd’s.
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