La alerta se basa en el aumento de contagios de la enfermedad en zonas limítrofes, que sugieren la presencia en el país andino de la variante P-1 del coronavirus detectada en el Estado vecino, según el ministro de Salud y Deportes, Jeyson Auza.
Un equipo de ese ministerio trabaja, junto a los ejecutivos de los territorios fronterizos afectados, en estrategias para contener un posible contagio masivo con esa nueva forma del mal, añadió la fuente.
Auza adelantó que el gobierno aún no contempla cerrar las fronteras, ‘pero todas las acciones son posibles para garantizar la salud frente a esa cepa’, considerada más letal que la actual, de propagación más rápida y menor tiempo de incubación.
Según estadísticas oficiales, hasta fines de diciembre último el país reportaba un descenso de los casos confirmados, pero desde principios de año hubo un nuevo rebrote.
Las zonas más afectadas ahora son el departamento de Beni, que pasó del quinto al segundo lugar en contagios y el de Santa Cruz, que se mantiene como el más golpeado, precisó la fuente.
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