De acuerdo con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la asignación de más del 2,0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para la defensa alemana, e invertir en aviones de combate contribuyen a la seguridad europea.
La compra de los nuevos F-35 está destinada a reemplazar el obsoleto avión europeo Tornado, producido conjuntamente por Alemania, Italia y Reino Unido, afirmó la prensa local.
Analistas destacan que antes del comienzo del conflicto ucraniano, Berlín resistió activamente la presión de Estados Unidos y la OTAN para aumentar su gasto en defensa, que en los últimos ocho años estuvo por debajo del 1,5 por ciento del PIB.
Recientemente el portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, advertió que el envío de armamento por parte de los países miembros de la Unión Europea desestabilizará más la situación en Ucrania.
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