Instituciones especializadas vigilan su cauce, después de la aparición en enero del primer caso, pese a que el Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió en febrero un comunicado en el que desestimó un impacto en las cifras diarias de la Covid-19.
El director del Laboratorio de Genómica Microbiana del Instituto Pasteur, Gregorio Iraola, señaló que “si bien se nombró a BA.2 como sublinaje dentro de ómicron, al mirar las diferencias entre una forma del virus y la otra se nota que son incluso casi tan grandes como las que hay entre delta y cepas anteriores».
La última información divulgada sobre circulación de cepas en Uruguay mostró que ómicron tomó un mes para desplazar a delta, y referentes científicos pronostican que BA.2 demorará incluso menos en ser la que más circula.
“Y además es necesario precisar cuánto evaden la respuesta inmune que generan las vacunas”, enfatizó.
Para el virólogo Santiago Mirazo la gran pregunta es si las variantes que surgirán en el futuro seguirán evolucionando con una baja letalidad como pasó con la aparecida originalmente en Sudáfrica o harán un salto y aumentará su virulencia.
Respecto a determinar en algún momento el final de la Covid-19 sostuvo que podría darse “al final de la fase aguda, donde ya no constituye un problema real de salud pública, como sucede ahora”.
Uruguay reporta desde hace semanas menos de dos mil casos diarios y según el último informe epidemiológico el 10 por ciento son en menores de 10 años, mientras se registró una caída de la franja etaria de 20 a 29 años que en enero fueron el 32 por ciento y ahora son el 14.
msm/hr