Esa dependencia estimó en 52 mil 500 los desplazados por ese concepto que arribaron aquí en las últimas 24 horas, mientras la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados calculó en más de tres millones el total de desplazados desde esa nación.
El éxodo comenzó tras el despliegue militar que Rusia comenzó a fines de febrero en las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk pese a que el Kremlin alertó que su objetivo es la desmilitarización y desnazificación de Ucrania y que el operativo no está dirigido contra instalaciones civiles.
Varios países se apresuraron entonces a evacuar a su personal diplomático y se sumaron a las sanciones impuestas por Occidente.
Desde la Unión europea se activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible, según el ente comunitario.
En tanto países como Polonia, República Checa y Rumanía manifestaron su disposición a acoger a refugiados, pero también aceptaron el despliegue de efectivos militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con el propósito de cercar a Rusia, según el Kremlin.
Como parte de la escalada de sanciones contra Moscú, Varsovia anunció hoy que dejaría de comprar combustible al gigante euroasiático.
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