Según la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil de la Universidad de Michigan, y la Asociación de Hospitales Pediátricos, el 60 por ciento de las visitas tuvieron lugar en el último año y se asocian principalmente a depresión y ansiedad.
Entre marzo y octubre del 2020, las consultas en las salas de urgencias relacionadas a emergencias de salud mental entre los niños de cinco a 11 años aumentaron un 24 por ciento y un 31 por ciento para los de 12 a 17 años.
Para el pediatra Gary L. Freed, el aumento de los trastornos comenzaron a elevarse desde antes de la pandemia, solo que la crisis sanitaria agravó los índices.
«La Covid-19 causó un estrés significativo y una alteración social para los niños, lo que probablemente exacerbó estos problemas, dijo Freed añadió y comentó que el estrés, la depresión y la ansiedad en niños pequeños suponen una mayor carga para los padres.
Alrededor de un tercio de los adultos encuestados aseguró que su hijo se sometió a un examen de salud mental durante una visita regular al consultorio.
Esas visitas de rutina son el momento perfecto para que cada médico advierta a los miembros de la familia a estar muy pendientes de sus hijos para detectar cualquier signo de enfermedad mental a tiempo, instó Freed.
El sondeo incluyó a mil 201 padres y tuvo lugar a finales del 2021, después de que una coalición de grupos de atención pediátrica declarara que la salud mental de los niños es una crisis de salud pública.
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