Esta declaración la realiza la IV horas antes de la cumbre de líderes de la Unión Europea que estudiará en Bruselas la posibilidad de reducir la dependencia energética comunitaria de Moscú, del 40 por ciento.
El presidente de la IV, Georg Knill, significó que quienes reclaman un fin abrupto e imprevisto de los suministros de petróleo y gas procedentes de Rusia deben explicar primero dónde y cómo van a obtener los países como Austria las fuentes de energía necesarias a corto plazo.
Knill advirtió que un corte de las importaciones de gas ruso afectaría a todo el mundo,desde las pequeñas, medianas y graqndes empresas, la producción y las cadenas de suministro se verían masivamente amenazadas.
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