La representación local de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) destacó en un comunicado que esa manifestación artística nació de la evolución de la lengua italiana en el siglo XVII en el centro del país para expandirse después por toda la península y el extranjero.
El arte del canto operístico ha cumplido una función de agregación social mediante el intercambio de habilidades y destrezas musicales y literarias en espacios acústicos naturales o tradicionalmente delimitados, en los cuales sobresale la fuerza de la voz de los cantantes sin necesidad de dispositivos tecnológicos, indicó el texto.
Una de las propuestas desestimadas por la junta directiva de la comisión nacional de la Unesco «El Café Expreso Italiano entre cultura, ritual, sociabilidad y literatura en las comunidades emblemáticas de Venecia a Nápoles», cuyo expediente fue muy apreciado por los miembros de ese órgano, señaló la nota.
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