“No hay que preocuparse por el final de este invierno, los flujos de gas procedentes de Rusia siguen llegando a Francia con normalidad en esta fase y se acerca el final de la temporada de frío”, aclaró la responsable de GRDF, sin embargo de cara al próximo invierno el escenario podría ser “sin precedentes”, dijo.
En caso de “una interrupción total o parcial de las importaciones de gas ruso” el grupo está preparado «para aplicar medidas excepcionales de reducción del consumo, incluso en caso de emergencia”, señaló Poirier-Dietz.
Estos recortes no afectarían ni a viviendas ni a edificios de interés general (hospitales, escuelas, residencias de ancianos o emplazamientos militares), sino que se focalizarían en los grandes clientes “susceptibles de reducir su demanda parcial o totalmente, con dos horas de antelación”, principalmente grandes edificios industriales o de servicios, como centros comerciales, aclaró.
Las declaraciones fueron recogidas por el diario Les Echos, un día después de que este medio entrevistara al presidente de la Comisión de Regulación de la Energía, Jean-Francois Carenco, quien aseguró que las restricciones derivadas del conflicto en Ucrania provocarán necesariamente dificultades el próximo invierno si no se planifican alternativas y se reduce el consumo.
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