El jolgorio, celebrado durante la noche del lunes en la localidad de Angol, en la Región de La Araucanía, fue descubierto por personal policial, que encontró a los uniformados consumiendo alcohol y escuchando música, junto a ocho civiles, quienes también fueron detenidos.
Según reportó Radio Cooperativa el coronel Manuel Provis, comandante del Regimiento Húsares de Angol, precisó que la tropa ‘se encontraba participando en una reunión social no autorizada, incumpliendo con lo dispuesto por la autoridad sanitaria para la comuna’.
Añadió que por haber incurrido en graves faltas, según lo establecido en el reglamento de disciplina para las Fuerzas Armadas, ‘hemos resuelto separarlos de inmediato de sus funciones’.
El alto oficial puntualizó que ‘lo anterior no los exime de las responsabilidades legales que establezcan los tribunales de Justicia de nuestro país’ y dijo rechazar ‘enérgicamente’ actitudes que empañan el esfuerzo y compromiso de las fuerzas militares para cooperar en el control de la pandemia en el país.
Chile enfrenta una segunda ola con cifras récord de contagios de la Covid-19 y un fuerte deterioro de otros indicadores sanitarios, lo que llevó a las autoridades a imponer cuarentenas que afectan en estos momentos a más de 16 de los 19 millones de habitantes del país. Sin embargo, a pesar de esas drásticas medidas se aprecia una notable relajación de la disciplina en sectores de la población que no se han abstenido de hacer fiestas, bodas, cumpleaños, carreras clandestinas de autos y otras actividades, todas ilegales, a lo que se sumaron ahora los uniformados cogidos in fraganti.
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