La pieza será exhibida pasado mañana en el Museo Regional de Sonora, antes de llegar a su lugar de origen, indicó el INAH en su página web.
Señala que esa actividad se realiza en seguimiento al convenio firmado por el INAH, la Arizona Historical Society y la Diócesis de Nogales, mediante el cual esos valiosos bienes culturales sonorenses fueron restituidos a México, en agosto del año pasado, provenientes de Estados Unidos.
Ambas piezas formaron parte de la exposición nacional titulada La Grandeza de México, con sedes en el Museo Nacional de Antropología y el Salón Iberoamericano de la Secretaría de Educación Pública, para visibilizar la importancia de la repatriación de bienes culturales de la nación.
El instituto indica que después de este periodo de exhibición, la pila bautismal y su aspersor arribarán al recinto museístico de Hermosillo, para el aprecio de la población, con el objetivo de reconocer y valorar una muestra del patrimonio histórico nacional.
Después continuarán su recorrido hasta Caborca, donde quedarán alojados.
La pila corresponde a una pieza bautismal fabricada en el siglo XVIII, forjada en cobre, ovalada, con diseño multilobulado en floriforme, grabada y pintada a mano en rojo y blanco, con motivos diversos de pétalos verdes y naranjas; contiene una tapa y un cerrojo de hierro remachado en forma de lágrima.
La Misión de Caborca se halla en la ruta de las misiones de la Pimería Alta, fundadas por Eusebio Francisco Kino, entre Sonora y Arizona, y representan un extenso patrimonio, conformado por su arquitectura, órdenes religiosas, documentación histórica, expresiones estéticas, tradiciones indígenas y culturales, asentadas.
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