Horas atrás la asamblea legislativa, suspendida desde julio pasado cuando el mandatario asumió poderes excepcionales, votó un proyecto una ley contra los poderes excepcionales asumidos por el presidente a mediados del año pasado.
La disolución del Legislativo fue adoptada en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional.
En respuesta, el presidente Saied calificó a los diputados de “traidores a la nación” y a la legislación de “intento de golpe de estado”.
El agravamiento de la crisis política tunecina ocurre pocos días después del arribo a puerto tunecino de un crucero turístico, indicio tangible de una posible reanimación de la industria sin humos nacional, proveedora de ingresos fundamentales para reactivar la atribulada economía nacional.
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