Desde 1975 hasta abril de 2002, esta nación africana sufrió los efectos de una guerra civil, considerada entre los conflictos más largos de África y del mundo en el contexto de la Guerra Fría.
El próximo 4 de abril, el país celebrará 20 años del logro de la paz, en un escenario de estabilidad política e ingentes esfuerzos por el desarrollo económico; sin embargo, ni las instituciones públicas ni los poderes facticos desconocen aquí que el clima de tranquilidad transita por una situación coyuntural relevante, dada la cercanía de las elecciones generales, previstas para el mes de agosto.
Sobre los peligros latentes, dan cuenta varios disturbios en Luanda y en otras provincias que, según el Gobierno, tienen un trasfondo político e intentan manipular las reales carestías de la población, sobre todo de los jóvenes desempleados.
De ahí, la relevancia del compromiso compartido este jueves por el jefe de Estado y presidente del partido Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), João Lourenço, y los nuevos integrantes del Consejo de la República, un órgano consultivo colegiado para asesorar al mandatario.
Prestaron juramento los titulares de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), Adalberto da Costa Júnior, y del Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA), Nimi a Simbi, así como el veterano político Jorge Valentim.
En declaraciones a la prensa, el representante de la Unita (principal partido opositor) aseguró que se propone hacer todo lo que esté a su alcance para contribuir a la estabilidad, la paz y el desarrollo.
Durante este año electoral, reconoció, resulta fundamental la realización de los sufragios en un ambiente de absoluta tranquilidad, lo cual, afirmó, es importante para garantizar un futuro de estabilidad.
Al decir del líder del FNLA, también apoyará las ideas capaces de contribuir a la democracia y la mejora de la calidad de vida de los angoleños.
Con 84 años de edad, Jorge Valentim prometió igualmente que trabajará de manera intensa por la consolidación de la paz y la reconciliación nacional y el progreso de Angola.
Durante la ceremonia de juramentación, Lourenço solicitó a los nuevos consejeros la transmisión de sus experiencias y conocimientos, particularmente en un año crucial de elecciones generales.
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