‘El crecimiento, que puede ser alto, también puede esconder el detrimento o la falta de competitividad de ciertos sectores’, declaró al canal TVN el economista Luis Alberto Morán, quien aconsejó observar las ramas que no mantienen el dinamismo para que la recuperación sea lo más equitativa posible.
‘El crecimiento no es todo. Este crecimiento tiene que ser sostenible. Lo que preocupa no es la tasa de crecimiento que alcancemos, sino preocupa cómo será este crecimiento en el período de recuperación. Lo que vemos actualmente en la economía es sectores liderando el crecimiento’, opinó.
En su informe semestral, el BM reconoció que la nación istmeña experimenta un alto nivel de contagio por Covid-19, y por su enfrentamiento el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo en 17,9 por ciento en 2020, porque la economía nacional depende en parte del transporte aéreo, comercio minorista, turismo y construcción, actividades casi detenidas.
La institución mundial consideró que la pobreza aumentó en dos por ciento el año pasado entre los panameños, mientras la deuda pública se disparó en casi 20 por ciento en relación al PIB, por lo que advirtió que el país debe cuidar el manejo de esos voluminosos créditos.
‘Si no hacemos algo y controlamos el endeudamiento que estamos teniendo, se pueden deteriorar las finanzas del Estado mucho más, y ese es el peligro que hay. Así que el Estado tiene que tomar medidas para ver cómo controla la deuda’, advirtió al medio el también economista Rolando Gordón.
Hasta febrero último, la nación centroamericana debía 38 mil 439 millones de dólares a varias instituciones financieras internacionales, cifra que creció vertiginosamente en el último año en ocho mil 607 millones de dólares, según datos oficiales.
Ante este escenario, los economistas consideran que el pronóstico de crecimiento del BM se basa principalmente en los sectores logísticos, incluido el canal interoceánico y la actividad minera, liderada por el coloso Cobre Panamá, uno de los mayores del continente.
El informe de la entidad financiera admitió que el Istmo enfrenta el desafío de reactivar el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, mientras equilibra sus cuentas fiscales ‘para mantener su codiciada calificación soberana de grado de inversión’.
Los augurios señalan que Panamá y Perú serán los líderes de la recuperación en Latinoamérica y el Caribe, región para la cual el BM prevé 4,4 por ciento de crecimiento este año, pues consideró que aumentará la productividad por la reestructuración empresarial y la digitalización, como respuesta a la conmoción causada por la Covid-19.
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