“Los insultos personales al presidente ruso continúan y esto está mal”, dijo el alto funcionario, quien los consideró, además, inaceptables.
El jefe de la Casa Blanca calificó la víspera como “crimen de guerra” lo ocurrido en la ciudad ucraniana de Bucha, donde supuestamente soldados rusos masacraron a civiles del lugar, acusación desmentida por las autoridades de Moscú.
Sin embargo, el Pentágono declaró que no dispone de datos precisos sobre los hechos que permitirían llegar a esa conclusión.
Al respecto Peskov llamó la atención sobre los comentarios contradictorios en el alto mando de la nación norteña, reportó la agencia de noticias TASS.
El pasado 16 de marzo el presidente estadounidense acusó de “criminal de guerra” a Putin, palabras que las autoridades rusas calificaron de retórica inaceptable e inexcusable.
En otra parte de su intercambio con la prensa este martes, el portavoz manifestó que Moscú considera posible que Washington continúe con su política de sanciones contra la nación euroasiática.
Al comentar sobre la respuesta estadounidense a los supuestos acontecimientos ocurridos en Bucha, Biden aseguró que el país tiene la intención de seguir imponiendo sanciones a Rusia.
La embajada de Rusia en Estados Unidos denunció en su canal de Telegram que Occidente está tratando de demonizar a las Fuerzas Armadas de su país con acusaciones falsas sobre supuestos crímenes en Ucrania.
“La provocación en la ciudad de Bucha es el colmo de la mentira y el cinismo. En Washington, al no tener evidencia, inmediatamente tomaron la posición de un fiscal y comenzaron a designar a los culpables”, declaró el jefe de la misión diplomática rusa en Washington, Anatoli Antónov.
Subrayó que el Gobierno estadounidense debe prestar atención a los hechos y detener la indiferencia criminal ante las acciones de los batallones nacionalistas, que continúan bloqueando a los civiles en las ciudades, abren fuego indiscriminado contra los refugiados, aterrorizan y torturan a quienes no comparten su ideología nazi.
La noche del pasado sábado fueron difundidas imágenes de cuerpos tendidos en las calles de Bucha, algunos con las manos atadas. Al respecto, el asesor de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, declaró que los civiles “estaban desarmados”, “no representaban ninguna amenaza” y “fueron matados a tiros por los soldados rusos”.
El domingo, el Ministerio de Defensa ruso consideró las imágenes como una provocación y denunció que se trata de una escenificación creada para los medios de comunicación occidentales.
Aclaró que todos los militares rusos abandonaron esa ciudad el pasado 30 de marzo, mientras que las imágenes se difundieron cuatro días después, luego que los miembros del Servicio de Seguridad ucraniano y la televisión local llegaron a la localidad.
Según el ente militar ruso, los hechos “confirman de forma irrefutable que las fotos y los videos de Bucha son otra escenificación del régimen de Kiev para los medios de comunicación occidentales, como ocurrió en Mariúpol con la maternidad, así como en otras ciudades”.
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