Según la medición de marzo último del Índice de Confianza del Consumidor, debido a la crisis económica por la Covid-19 y su incidencia en las opciones de trabajo, la percepción sobre el desempleo es de 83 por ciento, dos puntos por encima de la pesquisa realizada en enero de este año.
Los resultados de la consulta arrojaron que el 55 por ciento de los entrevistados consideran poco probable obtener una plaza, mientras el 28 por ciento estima que no tendrá empleo.
Entre los consultados, tres por ciento dijo estar seguro de encontrar trabajo y 14 por ciento aseveró que es bastante probable. Un 1,0 por ciento no sabe si tendrá.
La encuesta abarcó a nacionales mayores de 18 años, de ambos sexos, con ingresos familiares mensuales mayores a 400 dólares, de todo el país, con excepción de la provincia de Darién y las comarcas indígenas, las que se consideran están en la informalidad, que son más del 50 por ciento
De otra parte, el ICC también afirmó que se mantiene bajo el nivel de confianza del consumidor, a pesar del descenso en los casos por la nueva variante de la Covid-19. Las expectativas sobre la probabilidad de ahorrar dinero se mantienen en niveles de desconfianza, con 57 puntos, lo que equivale un aumento de seis en relación con la medición de enero de 2022.
El indicador sobre las perspectivas de la situación económica general del país para los próximos 12 meses aumentó dos puntos porcentuales, pasando de 102 a 104, en el mismo lapso.
El encargado de presentar el estudio a nombre de la empresa The Marketing Group, Domingo Barrios, comentó que la capacidad de ahorro va muy influenciada con la variable del desempleo.
Según explicó, la realidad del país es que no cuenta con empleos por la gran cantidad de puestos formales que se perdieron durante la pandemia y las empresas que cerraron.
Barrios dijo al diario La Estrella de Panamá que tras dos años de la dolencia, los nacionales reconocen que aunque se prevé una reanimación económica, producto de la expansión de los sectores externos, internamente saben que no se generan plazas de trabajo y se experimenta una crisis de desempleo inédita en el país.
En Panamá, de acuerdo con estadísticas de la Contraloría General, en 2019, antes de la Covid-19, la tasa de informalidad llegó al 44,9 por ciento.
En 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) se derrumbó casi un 18 por ciento debido a la enfermedad, y el desempleo alcanzó el 18,5 por ciento, la tasa más alta reportada en dos décadas.
El pasado año, el PIB creció hasta 15,3 por ciento, y la desocupación disminuyó hasta el 14,5 por ciento, mientras la informalidad llegó hasta el 47,6 por ciento, indicador último que signa hoy a la sociedad e implica a 700 mil personas.
Según concluye el estudio, el Ejecutivo no acaba de generar un plan que motive mayor confianza a la inversión de empresas para crear dichas plazas, por lo tanto, las personas siguen desempleadas o viven con esa incertidumbre.
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