El texto recordó que Canberra siguió “obedientemente el curso de Occidente” y en un “fervor rusofóbico imprudente, impuso sanciones que afectaron a los principales líderes Rusia y a casi todos los diputados”.
Indicó que, en respuesta, desde este 7 de abril los miembros del Comité de Seguridad Nacional de Australia, de la Cámara de Representantes, el Senado y de las asambleas legislativas regionales serán incluidos en la lista de personas que tienen prohibido visitar la nación euroasiática.
De igual forma, Moscú suspendió la entrada a Rusia a 130 representantes del Gobierno y del legislativo de Nueva Zelanda, incluida la primera ministra, Jacinda Ardern.
Según el documento publicado por el servicio diplomático de este país, Wellington aplicó medidas sin precedentes que afectaron a los principales dirigentes rusos y una parte importante del cuerpo parlamentario, por lo que el Kremlin tomó decisiones recíprocas.
“Esa medida se tomó en respuesta a las acciones inamistosas del Gabinete neozelandés, que se sumó a la campaña iniciada por Estados Unidos y sus satélites para contener a Rusia”, señaló.
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