El binomio integrado por Gustavo Petro (presidencia) y Francia Márquez (vicepresidencia), con posibilidades de ganar la presidencia del país siempre encabezada por élites blancas, sacó a la luz este problema estructural de una nación caracterizada por un profuso colorido étnico y cultural.
No se trata de que no existiera o estuviera dormido ese azote, pero ahora, ante la posibilidad de que la próxima vicepresidenta del país sea una mujer negra y de origen humilde, ha desatado toda una furia racista.
«El anuncio de Francia Márquez como fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, no hizo más que evidenciar esa discriminación y el desprecio hacia los cuerpos negros, populares y femeninos», aseguró la senadora Victoria Sandino en una columna de opinión.
«Pero aún no deja ver con toda nitidez el estado de pobreza y abandono en la que viven la mayoría de las comunidades y pueblos negros, de la precariedad laboral, de cómo se percibe a diario las personas afrocolombianas, comenzando hasta por sus cabellos, llamándolos “pelo malo», como si hasta el pelo fuera delincuente”, enfatizó.
Para Sandino, una sociedad que pretenda transformarse, pasar la página de la violencia, construir una paz completa, con justicia social, requiere transformar la cultura y creencias y la política y también que reconozca que, sí somos un país pluriétnico y multicultural.
«No se trata de dejar de ver quiénes somos como grupos sociales étnicamente diferenciados, se trata de vernos, reconocernos y respetarnos con plenos derechos ciudadanos desde la otredad que representamos»”, subrayó.
La candidata Francia Márquez, quien recibió el premio Goldman, considerado por muchos como el nobel que se entrega en homenaje a los líderes sociales que batallan por el medio ambiente y la preservación de ecosistemas, desde la inscripción como fórmula de Gustavo Petro es objeto de discriminación y hasta de amenazas de muerte.
«Tristemente tengo que decir que esta no es la primera vez que recibo amenazas, mi lucha social, como líder, como defensora de Derechos Humanos, como defensora del medio ambiente del Cauca, son muchas las amenazas que he recibido», aseguró recientemente la candidata a la vicepresidencia.
Señaló que, a pesar de las denuncias por este tipo de intimidaciones, no solo en panfletos, sino también por llamadas telefónicas y mensajes de texto, la Fiscalía, nada hace.
El sociólogo y filósofo de la Universidad del Valle y líder del Grupo Praxis, Delfín Ignacio Grueso, afirmó en un artículo que «contra ella se agigantan todas las formas de exclusión -el patriarcalismo, el racismo, el centralismo y el clasismo-, y ella nos devuelve, como un espejo, la imagen de todo lo que es asignatura pendiente en nuestro proceso de construcción de nación.»
Explicó que el racismo exacerbado en las últimas semanas, en su versión más burda es el mismo heredado de la Colonia.
«Reproduce la misma pirámide pigmentocrática que nos impusieron, y que todavía funciona para defender con orgullo las gotas de sangre pura que cada miembro de nuestra población cree retener en sus venas», recalco.
Lo cierto es que el problema está sobre el tapete, y reclama soluciones urgentes, sobre todo en un mundo donde crecen las luchas por la igualdad de las personas en los más diversos ámbitos.
Recientemente, el integrante de la Comisión de la Verdad , Leyner Palacios, aseveró que en Colombia todavía se mantiene el racismo «cuando nos negamos en la oportunidad de posibilitar derechos en salud, en educación, en vivienda, en servicios, en agua potable que tanto necesitan nuestros niños y nuestras niñas».
Quienes ganen las elecciones presidenciales del 29 de mayo, tendrá ante sí un punto para priorizar en su programa de gobierno: que la igualdad sea mucho más que el contenido del artículo el cual señala que todas las personas nacen libres e iguales ante la ley.
Además, que recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
Los proximos gobernantes deberán propiciar todos los derechos a los niños de Colombia tengan el color que sea, procedan de la costa, de los Andes o de las zonas urbanas, como la cosolidación también de una sociedad más humana.
mem/otf