Los manifestantes prometieron continuar sus protestas hasta que se satisfagan sus demandas, señaló el periódico The Morning.
Sri Lanka enfrenta su peor crisis económica desde que se independizó del Reino Unido en 1948.
La población de la nación insular, de 22 millones de habitantes, lleva semanas protestando por los prolongados cortes de electricidad y la escasez de gas, alimentos y otros productos básicos.
Desde el mediodía del sábado los manifestantes marcharon hacia Galle Face, donde se encuentra la secretaría del presidente.
Testigos presenciales afirmaron que una parte de ellos permanecieron en vigilia durante toda la noche.
Las protestas callejeras a gran escala comenzaron después que el 31 de marzo una concentración frente a la casa de Rajapaksa fue atacada con gases lacrimógenos y varias personas resultaron detenidas, aunque luego se les concedió la libertad bajo fianza.
Desde entonces, los manifestantes rodearon las casas de los parlamentarios en diferentes lugares.
La alianza de 10 partidos de la coalición gobernante Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP) tiene previsto reunirse con el presidente Rajapaksa para discutir la formación de un gobierno interino.
Está previsto que Sri Lanka inicie este lunes conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para un posible rescate, incluida la ayuda para reestructurar la deuda externa.
La crítica falta de divisas mantiene a la isla en apuros para hacer frente al servicio de su abultada deuda externa de 51 mil millones de dólares, mientras la pandemia de Covid-19 torpedeó los ingresos procedentes del turismo y las remesas del exterior.
El resultado se transformó en una escasez de alimentos y de combustible sin precedentes, junto con una inflación récord y paralizantes cortes de electricidad.
Economistas afirman que la crisis es agravada por la mala gestión gubernamental, años de endeudamiento acumulado y desacertados recortes fiscales.
jf/abm