De acuerdo con el índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que le permite a la OCDE anticipar puntos de inflexión en la actividad económica para los próximos seis a nueve meses, la tendencia actual apunta a una pérdida del impulso en Europa.
En el Reino Unido y la eurozona, incluidos Alemania, Francia e Italia, los CLI señalan una ralentización motivada por una contracción en la confianza del consumidor y el aumento de la inflación.
Sin embargo, el organismo prevé un crecimiento estable en otras economías importantes, como Estados Unidos, Japón y Canadá, donde los CLI se mantienen por encima de la tendencia.
En cuanto a los principales países de mercados emergentes, China (sector industrial) e India continúan igualmente con un ritmo de crecimiento constante, mientras Brasil se mueve hacia la desaceleración.
La OCDE realiza este análisis a partir de una variedad de indicadores prospectivos, como libros de pedidos, índices de confianza, permisos de construcción, tasas de interés a largo plazo y registros de automóviles nuevos, entre otros.
En esta ocasión el reporte advirtió sobre la incertidumbre que prima en la economía mundial a partir del alza de los casos de Covid-19 en numerosos países, el conflicto en Ucrania y las sanciones a Rusia, que provocan más fluctuaciones de las habituales en el CLI y sus componentes.
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