“Las audiencias continuarán el día miércoles (…), en la cual nosotros, como equipo boliviano, tendremos la oportunidad de realizar nuestra última participación ante la Corte sustentando nuestra respuesta a la demanda de Chile y justificando la contrademanda”, afirmó el diplomático.
Precisó el también embajador del Estado Plurinacional ante Países Bajos que Chile dará su respuesta a los argumentos de la parte contrademandante el 14 de abril, fecha de cierre de la vista oral, tras la cual el jurado dispondrá de varios meses antes de emitir un veredicto.
Este lunes en la segunda ronda de argumentos de Chile hicieron uso de la palabra los abogados Samuel Wordsworth, Klein Kranenberg, Laurence Boisson, y, finalmente, su agente Ximena Fuentes.
Según trascendidos, la defensa chilena expresó que la nación transandina no creará ningún obstáculo a Bolivia para que use en el futuro las aguas del Silala bajo el principio de “utilización equitativa y razonable”.
Sin embargo, la letrada Boisson subrayó que los desacuerdos entre las partes incluyen, precisamente, “la interpretación y la aplicación del principio de utilización equitativa y razonable, y las obligaciones relacionadas con ese principio en cuanto al intercambio de información y la notificación previa”.
Argumentó que los usos de las aguas del Silala se remontan a principios del siglo XX, sin que Bolivia nunca impugnara los empleos realizados por Chile y que ella misma también las utilizó durante ese lapso al otorgar una concesión.
En sus conclusiones, la representación chilena pidió a la CIJ declarar, entre otros asuntos, que “Bolivia tiene la obligación de tomar todas las medidas apropiadas para prevenir y controlar la contaminación y otras formas de daño a Chile resultantes de sus actividades en las cercanías del río Silala”.
Asimismo, demandó que la parte boliviana “tiene la obligación de cooperar y proporcionar a Chile una notificación oportuna de las medidas planificadas que pudieran tener un efecto adverso sobre los recursos hídricos compartidos”.
La disputa por el líquido llegó a la CIJ luego que Chile presentara una demanda en 2016 para que ese recurso, que brota de manantiales del territorio boliviano, sea reconocido como un “río de curso internacional”.
Dos años después el Estado Plurinacional estableció su contrademanda, y desde el pasado 1 de abril el largo proceso judicial entró en su última etapa, correspondiente a la exposición de los alegatos orales.
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