La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, dio detalles del hallazgo para el tráfico de combustible en dimensiones enormes.
Los almacenes se localizaron porque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) detectó altas concentraciones en la red de un túnel emisor del líquido y al aplicar los procedimientos de revisión encontraron elevada contaminación con gasolina.
La investigación condujo hasta dos depósitos con cientos de contenedores del carburante con capacidad para mil litros y demás utensilios y equipos.
Laura Velázquez, coordinadora de protección, refirió que tras llamadas de emergencia por un fuerte olor a gasolina se activaron protocolos para salvaguardar la integridad de la ciudadanía e infraestructura, incluida la evacuación de la gente de ser necesaria.
El director de Pemex (Petróleos Mexicanos) Logística, Javier González, indicó que ante el reporte de Conagua se aplicó el Plan de Respuesta a Emergencia para la contención y mitigación del riesgo mediante cortinas de agua y monitoreo de la explosividad.
A los dos almacenes se llegó por la inspección del poliducto Tuxpan-Azcapotzalco, el cual sacaron de operación y seccionado con válvulas para neutralizar el punto de fuga y toma clandestina que condujo a los depósitos en cuantías industriales.
En coordinación con Pemex en las tuberías de agua contaminada se instalaron trampas para hidrocarburos a fin de controlar el combustible y garantizar la calidad y potabilidad del líquido de consumo humano.
Ante los primeros reportes sobre intenso olor al carburante, el jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla, explicó que la zona fue resguardada y se apoyó a la población con 335 elementos y 30 vehículos para aplicar la fase preventiva del plan de auxilio.
Aunque se descartó un peligro inminente de explosión, las fuerzas armadas desplegaron vigilancia militar en los tramos afectados por los ladrones de combustible.
jf/lma