Los datos publicados por el Departamento de Trabajo este martes, revelaron que subió en marzo un 8,5 por ciento en comparación con la de hace un año.
A juicio de analistas, la mala noticia es que los pronósticos apuntan a números rojos para el resto de este año, por lo cual no hay mucho que hacer al respecto a corto plazo y ello ya comenzó a agriar la opinión de los estadounidenses sobre la economía.
El senador Raphael Warnock (demócrata de Georgia), que se enfrenta a una dura carrera por la reelección, admitió que la inflación es una de las principales causas de inquietud entre los votantes de su estado.
«Ahora mismo estoy muy centrado en el verdadero pellizco que siente la gente en torno al aumento de los costes, y por eso presenté mi proyecto de ley sobre la insulina, que limitará su precio”, señaló el legislador, citado por el diario The Hill.
Los de la fuerza azul reconocen que, mientras la pandemia siga pesando en la economía, será muy difícil dar la vuelta a las bajas cifras de aprobación del presidente Joe Biden.
Por su parte, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (republicano de Kentucky), consideró que el ambiente político para los de su partido se perfila mejor que en 1994.
Ese año se adueñaron de 54 escaños en la Cámara de Representantes y de ocho en el Senado durante las primeras elecciones de mitad de período de William Clinton.
«Como he estado aquí durante un tiempo, puedo recordar años buenos y malos para nosotros. El mejor que tuvimos fue 1994, cuando recuperamos la Cámara de Representantes después de 40 años y nos hicimos también con el Senado”, afirmó.
Este ambiente para los republicanos es mejor que entonces, subrayó el senador en un acto organizado por la Cámara de Comercio de Kentucky.
Los de la fuerza roja (color que los identifica) se sienten optimistas. Necesitan una ganancia neta de un asiento para hacerse con el control de la Cámara Alta, que está dividida al 50 por ciento y el presente escenario podría mover las cosas a su favor.
De acuerdo con los augurios de economistas, los precios seguirán subiendo significativamente hasta el día de las elecciones pautadas para noviembre.
Biden, en un intento por capear el temporal, tomó medidas para reducir los precios de la energía, como liberar un millón de barriles de petróleo diarios de la Reserva Estratégica.
La administración también anunció esta semana que autorizará la venta de gasolina con un 15 por ciento de etanol en el verano boreal para ayudar a mitigar los costes, pese a la prohibición de su expendio en esa etapa para reducir la contaminación del aire.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, dijo que los legisladores demócratas no podrán hacer una «mella inmediata» en la inflación, pero que deberían trabajar en políticas que ayuden a abordarla “el próximo año, el siguiente y el siguiente».
Advirtió que «hay algunas cosas bastante obvias que podrían hacer», como aumentar la oferta de viviendas, lo que ayudaría a frenar el rápido crecimiento de los alquileres.
«Dentro de un año, el problema será el crecimiento de los alquileres y el coste de la vivienda, que es un tercio del Índice de Precios al Consumidor», alertó el experto.
El promedio nacional de la renta alcanzó los mil 792 dólares en febrero, lo que supone un aumento del 17 por ciento respecto a 2021. Mientras que los demócratas del Senado y de la Cámara de Representantes pregonan las ganancias de empleo y el incremento de los salarios bajo el mandato de Biden, los republicanos argumentan que esas ganancias no lograron seguir el ritmo de los galopantes precios, señaló periódico.
Las culpas por la elevada inflación caen sobre Biden, aunque entre las filas de su partido opinen que los reales responsables del actual escenario son la pandemia de Covid-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, ese mensaje lo socavó el el senador Joe Manchin (demócrata de Virginia Occidental), quien culpó a la Reserva Federal y a la actual administración por no actuar con decisión para mantener los costes bajos.
En lugar de actuar con valentía, nuestros líderes electos y la Reserva Federal siguen respondiendo con medias tintas y fracasos retóricos buscando dónde echar la culpa, recalcó Manchin en un comunicado.
Pero los votantes tienen que estar convencidos de cuál es el destino por el que se quiere llevar al país. Muchos creen que van por el camino equivocado, según sondeos, y eso no es bueno para un Biden con imagen deteriorada a tan poco tiempo de las elecciones de mitad de mandato.
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