“Dado que Rusia es un país muy fuerte en el tenis y nuestros tenistas están, de hecho, en lo más alto de la clasificación mundial, la propia competición se verá afectada por su suspensión”, declaró a los medios de comunicación de este país.
En opinión del jefe de la oficina de prensa del Kremlin, convertir a los deportistas en rehenes de algunos prejuicios políticos, intrigas políticas y hostilidad hacia nuestro país no es aceptable.
“Me gustaría desear a los chicos que, a pesar de esto, hagan todo lo posible para no perder la forma y no perder su clase de tenis mundial”, apuntó.
Antes, el periódico The New York Times informó que los organizadores de Wimbledon decidieron no permitir la participación de tenistas rusos y belarusos en el torneo, donde debía competir el número dos del mundo, Daniil Medvédev.
Estaban programados además el número ocho de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), Andréi Rubliov, Karén Jachánov (número 26), Aslán Karátsev (30).
En el certamen femenino debían competir Anastasia Pavliuchénkova (el número 15 de la Asociación Femenina de Tenis), Daria Kasátkina (26), Veronika Kudermétova (29), Liudmila Samsónova (31), Ekaterina Aleksándrova (39), entre otras.
Las sanciones de Occidente contra Rusia luego del inicio de la operación militar en Ucrania el pasado 24 de febrero, impactaron fuertemente sobre sectores clave de la economía, las finanzas y el comercio de este país.
Sin embargo, también fueron dirigidas hacia áreas de la cultura y el deporte con cancelaciones de conciertos y espectáculos de artistas nacionales en el exterior y la prohibición a deportistas del país de competir en eventos internacionales.
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