En conferencia de prensa al término de la reunión regional sobre migración a la que asistieron representantes de una veintena de países, Pino precisó que se trata de la llamada Carta de Entendimiento Sobre Gestión Migratoria y Protección a Migrantes.
El documento lo firmaron la víspera el titular panameño de seguridad y el encargado de negocios de la embajada norteamericana, Stewart Tuttle, se conoció.
El convenio delinea compromisos conjuntos con vistas a mejorar la gestión de la migración irregular, ampliar esfuerzos de estabilización a favor de las comunidades receptoras y poblaciones desplazadas, así como incrementar la protección al migrante y su acceso a alternativas legales.
Tal como lo criticaron movimientos populares, el texto es resultado de la cuestionada estadía en el istmo del secretario de Estado, Antony Blinken; y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quienes llegaron para trazar líneas de acción a su conveniencia, según denunciaron las organizaciones sociales.
Para Blinken, sin embargo, el pacto reafirma el compromiso mutuo hacia el principio de ofrecer respuestas regionales para atender los históricos flujos de migrantes y refugiados.
Un tipo de convenio como este firmó Washington con otras naciones en América Central, como Costa Rica, para fortalecer las unidades fronterizas y combatir a las redes criminales dedicadas al tráfico humano.
Para el alto funcionario de la administración de Joe Biden es este otro de los pasos hacia la Declaración sobre Gestión Migratoria y Protección al Migrante, que espera se apruebe en junio próximo en la IX Cumbre de las Américas, a celebrarse en Los Ángeles, California.
A Estados Unidos le preocupa el traslado de personas por vía terrestre a través de la selva de Darién, fronteriza con Colombia, con destino al norteño país y que en 2021 sumaron más de 133 mil migrantes.
De enero a marzo de este año esos flujos registraron a 13 mil 425 personas, más de la mitad de los cinco mil 622 que lo hicieron en igual lapso de 2021 y podría incrementarse cuando el próximo 23 de mayo Estados Unidos levante las restricciones fronterizas con México, al derogar una norma que permite expulsar de inmediato a los migrantes, conocida como Título 42.
En la rueda de prensa, el propio Blinken llamó a los países del hemisferio a trabajar en conjunto para fortalecer a las comunidades que reciben a grupos de migrantes y refugiados.
«La única respuesta duradera y sostenible a la migración irregular es abordar sus causas profundas, pero eso lleva tiempo y recursos financieros” admitió.
Al respecto, indicó que la vicepresidenta estadounidense , Kamala Harris, hace unos meses hizo un llamado al sector privado para invertir en Centroamérica aproximadamente dos mil millones de dólares para avanzar en la región.
“En la Cumbre de las Américas abordaremos los motores de la migración irregular, ahí adoptaremos una declaración para llevar la alianza a otro nivel”, indicó.
La segunda reunión regional sobre migración que concluyó en Panamá- la primera se celebró en Colombia en octubre pasado- se centró a puertas cerradas en dos mesas técnicas sobre temas de seguridad y una segunda de cancilleres acerca de la estabilización de las comunidades y recuperación económica postCovid-19.
También debatieron sobre vías para desincentivar los flujos migratorios irregulares en alianza con los organismos multilaterales e instituciones financieras, sin que se conociera un acuerdo concreto.
A preguntas de los periodistas sobre resultados del foro, la canciller anfitriona, Erika Mouynes, se limitó a comentar el éxito del foro al que asistieron representantes de 22 naciones y luego señalar la necesidad de que la región en su conjunto asuma un compromiso mayor para enfrentar el fenómeno migratorio.
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