Por segunda ocasión desde el viernes último, los policías israelíes irrumpieron en el recinto sagrado, que forma parte del complejo conocido por los musulmanes como Explanada de las Mezquitas y por los judíos como Monte del Templo.
Videos divulgados en las redes sociales mostraron imágenes del interior del edificio cubierto de humo por los gases lacrimógenos lanzados por los agentes para intentar dispersar a los fieles.
Según diversos medios de prensa palestinos, un número indeterminado de personas sufrieron heridas como consecuencia de la represión israelí.
Varias facciones palestinas como la Jihad Islámica y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) denunciaron la operación y amenazaron con responder.
Desde el 15 de abril los uniformados ingresan a la explanada a diario para expulsar a los musulmanes con el fin de permitir la entrada de colonos judíos con motivo del inicio del Pesaj, una festividad que marca el inicio del éxodo de ese pueblo.
Según los acuerdos alcanzados hace décadas, a los judíos solo se les permite visitar el sitio con numerosas condiciones, pero no rezar.
Sin embargo, bajo la creciente presión de los sectores de la derecha y ultraortodoxos aumentó el número de fieles de esa religión que intentan orar allí, lo cual es considerado por los musulmanes una provocación.
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