Este es el primer Día Internacional de la Madre Tierra que se celebra dentro de la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, destaca el sitio web del organismo multilateral dedicado a la fecha.
Al respecto, señala que restaurar los ecosistemas dañados ayudará a acabar con la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir la extinción masiva.
También urge un cambio hacia una economía más sostenible, que funcione tanto para las personas como para el planeta, indica.
En la actualidad, apunta el sitio digital, el mundo continúa haciendo frente a la Covid-19, “una pandemia de salud mundial vinculada a la salud de nuestro ecosistema”.
A esto se suma el cambio climático, la contaminación, el calentamiento global, los delitos que perturban la biodiversidad como la deforestación, la intensificación de la producción agrícola y ganadera o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, detalla el texto.
Todos estos problemas pueden acelerar la velocidad de destrucción del planeta, subraya la web de ONU.
Precisamente, el reciente informe divulgado en el organismo multilateral bajo el título “Haciendo las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar las emergencias climáticas, de biodiversidad y de contaminación” ofrece pistas basadas en conocimiento factual sobre cómo abordar problemas medioambientales.
La biodiversidad en todo el orbe se deteriora ahora a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad, y se estima que alrededor de un millón de especies animales y vegetales están ahora amenazadas de extinción.
Ante este panorama, Naciones Unidas aboga por restaurar los ecosistemas dañados como una vía para acabar con la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir la extinción masiva.
El Día Internacional de la Madre Tierra, celebrado cada 22 de abril, reconoce una responsabilidad colectiva como se exige en la Declaración de Río de 1992, para promover la armonía con la naturaleza y lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Igualmente, brinda la oportunidad de aumentar la conciencia pública sobre los desafíos relacionados con el bienestar del planeta y la vida que soporta.
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