El presidente Vladimir Putin anunció el pasado 24 de febrero el inicio de una operación especial militar en Ucrania, dirigida a defender la población de regiones rebeldes en Donbass y para desmilitarizar y desnazificar a ese vecino país.
Occidente, en especial Estados Unidos, impuso más de seis mil medidas punitivas contra Rusia y organizó suministros de armamentos, incluidos los pesados, a Ucrania, pero Alemania evitó hacerlo en un principio.
El canciller federal alemán, Olaf Scholz, declaró a la revista Der Spiegel que haría todo lo posible por evitar la participación directa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la mencionada confrontación y la posibilidad de una guerra mundial.
Sin embargo, la agencia DPA especuló recientemente con la posibilidad de un envío de tanques soviéticos T-72, a través de Eslovenia, para el ejército ucraniano, pese a las advertencias de Moscú de que podría considerar esa ayuda como un objetivo militar justificado.
El esquema para ese suministro sería el traslado por Eslovenia de parte de sus reservas de tanques T-72 a Ucrania, mientras que Alemania se compromete a entregar al país balcánico los camiones de transporte de la infantería Marder y blindados Fuchs, destacó la fuente.
Pero Liubliana también exige a cambio los modernos tanques alemanes Leopardo-2 y los blindados Boxer y Puma.
En su momento, Putin advirtió contra cualquier intento desde el exterior de interferir militarmente en el conflicto en Ucrania, donde las fuerzas rusas destruyeron en los últimos días varios almacenes con gran cantidad de cargamentos de armas, aportados por Occidente.
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