Según publicó el diputado ruso en su cuenta de la red social Telegram, el Gobierno de Kiev pasó a “los ataques terroristas contra civiles de otros países”, luego de desatar una guerra contra su propio pueblo.
“Hay que reconocer que Ucrania es un país terrorista. Zelensky debe rendir cuentas. Los culpables deben recibir un castigo, subrayó.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó ayer que detuvo a varios miembros de un grupo neonazi que, según la investigación, planeaba ataques contra directivos de medios de comunicación y periodistas rusos de primera fila.
En la lista estaban el comunicador Vladimir Soloviov; el director general del grupo mediático Rossiya Segodnya, Dmitri Kiseliov; la redactora jefa de la cadena RT, Margarita Simonián, y otros.
Los planes de atentados incluían además el incendio de vehículos que llevaran emblemas en apoyo de la operación militar rusa en Ucrania.
Según sus confesiones grabadas y divulgadas por el FSB, los detenidos confirmaron ser culpables de los delitos imputados y admitieron que sus órdenes provenían del Servicio de Seguridad de Ucrania.
Volodin escribió ayer en Telegram que en Ucrania se libra una operación militar y no una guerra, porque los soldados y oficiales rusos, sacrificando sus vidas, liberan a los civiles.
Advirtió que de ser una guerra, todo se habría terminado hace mucho, en respuesta a declaraciones del presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, quien dijo que en su país “se libra una guerra sin precedentes, la que no puede compararse con ninguna del siglo XX”.
«Es una operación militar especial. De librar Rusia una guerra plena, de usar la táctica estadounidense de bombardeo en alfombra, dejando tras sí la tierra arrasada, como lo hizo la más democrática Fuerza Aérea en Yugoslavia, Libia, Iraq y Siria, todo habría terminado hace mucho ya”, aseguró.
Explicó que mientras los soldados rusos no matan a los civiles, sino que los liberan, y los focos neonazis son abatidos por ataques puntuales, los nacionalistas a las órdenes de Kiev libran combates en barrios residenciales de las ciudades y toman como rehenes a mujeres y niños, usándolos como escudo humano.
El presidente de la Cámara Baja del legislativo ruso aseguró que los militares de su país toman decisiones de carácter humano.
Puso como ejemplo la acería Azovstal, en Mariúpol, donde organizan corredores humanitarios para la salida de los civiles y les proponen a los soldados de Kiev que entreguen las armas y se les tratará de acuerdo a las normas del derecho internacional humanitario.
“Pero Zelensky lo silencia. Actúa como un presidente que no es independiente, como uno que cedió el gobierno de su país a Washington y solo piensa en cómo conservar su poder personal, pero no las vidas de los ciudadanos de Ucrania”, apuntó.
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