De acuerdo con la convocatoria, la medida de presión -antecedida por otra similar en Panamá Oeste- será respalda por grupos de transporte, docentes, universitarios, desempleados, sindicales, líderes comunitarios y otras plataformas de lucha en la zona caribeña.
Las organizaciones buscan expresar el descontento ante los incumplimientos de compromisos adquiridos por el Gobierno y debido al incremento del costo de la vida, causado por el creciente auge de las cotizaciones del diésel y la gasolina.
A nombre del Frente Amplio Colonense, Edgardo Voitier, condenó «la ola de mentiras» del ejecutivo y exigió respuestas.
También en esa demarcación esta semana, y luego de seis días de conflicto, los trabajadores de la empresa Aguaseo lograron acuerdo y suspendieron un paro de la recolección de la basura en el distrito de Colón.
El asesor de Convergencia Sindical, Carlos Gonzáles, indicó que los administradores de la empresa aceptaron un aumento de 4,0 por ciento para los trabajadores en general y un ajuste para los conductores de los camiones de 5, 5 por ciento en el primer año y en los dos años siguientes de 3,0 por ciento.
Ya en noviembre del pasado año, el presidente de la República, Laurentino Cortizo, se vio obligado a dialogar con integrantes de CUCO y otras organizaciones sociales colonenses, quienes bloquearon la ciudad y protagonizaron varios días de protestas.
En esa ocasión el mandatario fue emplazado públicamente para analizar el deterioro de la provincia caribeña.
En aquellas protestas, reprimidas por las fuerzas de seguridad, también Voitier explicó a la prensa que entre sus demandas sobresalen mejores condiciones en educación, salud y empleo.
La provincia de Colón aporta importantes ingresos al Producto Interno Bruto del país istmeño, pues además de las operaciones de la vertiente atlántica del canal interoceánico, tiene tres puertos, la segunda zona de libre comercio más grande del mundo y la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica.
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