El homenaje fue realizado por la Embajada de Nicaragua y la familia del comandante de la Revolución Sandinista.
La Misa Campesina contó con la presencia de los embajadores de Cuba, Carlos Rafael Zamora; Guatemala, Veronica Araujo, y Venezuela, Alexander Yánez y otros representantes diplomáticos.
El oficio estuvo a cargo del sacerdote católico José Antonio Ubillús, quien se refirió en su homilía al libro de Borge “La Revolución combate contra la teología de la muerte”, que recoge los discursos del revolucionario sobre los principios humanistas de la teología de la liberación, que demuestran que «entre cristianismo y revolución no hay contradicción».
La dirección musical de la Misa Campesina estuvo a cargo de Ricardo Villanueva, la vocal de Magali Luque y las danzas de Lucía Cielo González.
También participaron peruanos solidarios con Nicaragua y un grupo de ronderos (integrantes de las rondas campesinas, una organización de seguridad ciudadana popular).
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