La titular de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, delineó ante el Parlamento comunitario las normativas que serán negociadas con los países del bloque.
Esa nueva tentativa de sanciones se sumaría a otras ya en vigor tras el lanzamiento de la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Vamos a renunciar progresivamente a las entregas rusas de petróleo en un período de seis meses y a las de productos derivados del crudo para finales de año, dijo Von der Leyen en la Eurocámara.
Para su entrada en vigor el paquete deberá aprobarse por unanimidad y la lista de personas y entidades afectadas podría sufrir modificaciones, de acuerdo con una fuente diplomática comunitaria.
Dado el alto impacto para los países de la UE que supone la suspensión total de las importaciones de crudo Ruso, Von der Leyen aseguró que el cese de las importaciones se hará de manera gradual.
Las normativas serán implementadas de forma tal que nos permita a nosotros y a nuestros socios asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados globales, afirmó la titular de la CE.
Esas declaraciones aluden a Hungría y Eslovaquia, dos países que dependen casi totalmente del crudo ruso y para los cuales se prevé una excepción hasta el 2023.
Pero poco después del discurso de Von der Leyen, el gobierno húngaro lamentó la ausencia de «garantías» a su seguridad energética.
No vemos planes en la iniciativa actual para gestionar un periodo de transición, afirmó Zoltan Kovacs, portavoz del Ejecutivo del primer ministro Viktor Orban, según la agencia de noticias Bloomberg.
Las nuevas sanciones en estudio incluyen a una larga lista de militares y personalidades entre las que figura al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill, y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, así como su familia, de acuerdo con esa fuente.
A fines de febrero Moscú anunció su operativo en el Donbass tras una petición de los gobiernos de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
El objetivo del despliegue, según Rusia, es desnazificar y desmilitarizar Ucrania cuyo gobierno asedia desde hace ocho años a esos territorios de mayoría ruso parlante.
La respuesta de la UE y Occidente fue la imposición de varios paquetes de sanciones económicas para aislar a al gigante eslavo, de acuerdo con declaraciones desde el propio mecanismo integracionista.
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