Durante un mitin electoral, Nasrallah destacó la fortaleza del eje militar en la protección de Líbano frente a la amenaza del ejército de Israel y reiteró que “nadie podrá desarmar a la resistencia”.
Mediante un video, el jefe de Hizbulah aseguró que la fuerza política garantizará la extracción de petróleo y gas de las aguas territoriales para resolver la crisis económica y financiera.
Denunció la injerencia de los Estados Unidos en el acontecer del país y cómo algunos políticos han hecho del tema de las armas de la resistencia el bastión principal de sus campañas electorales.
“Aquellos que piden abolir a Hizbulah pasan por alto logros que son los más grandes en la historia de Líbano y desconocen el sufrimiento en el sur de la nación desde 1948”, subrayó.
La principal figura del Partido de Dios manifestó estar listo para discutir una estrategia de defensa nacional, a la vez que reconoció la valentía de la resistencia para salvaguardar la soberanía del país.
Cerca de cuatro millones de libaneses aparecen inscritos en el padrón electoral y el venidero domingo tendrán la oportunidad de definir en las urnas la restauración de la nación, que enfrenta la peor crisis después de la guerra civil (1975-1990).
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