La puesta en marcha de la planta productiva coincide con las actividades de la XVIII sesión de la Comisión Intergubernamental Cuba-Irán, que inició sus debates esta mañana y sostendrá el trabajo en comisiones en esta capital hasta el próximo martes.
Este nuevo centro para la producción en serie del inyectable vacunal PastoCorona deviene resultado de la transferencia, al Instituto Pateur, de la tecnología de la vacuna cubana Soberana, logro científico del Instituto Finlay de Vacunas.
En la inauguración oficial de la planta estuvieron presentes los directores general y adjunto del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba, Vicente Verez y Yuri Valdés, respectivamente; así como otros funcionarios directivos de BioCubaFarma, confirmó la entidad.
Cuba fue el primer país del mundo en desarrollo en generar sus propias vacunas, afirmó Cabrisas, y remarcó que la nación cuenta con tres vacunas registradas y otros dos candidatos vacunales en proceso de ensayos clínicos.
Los científicos cubanos y el personal de la salud supieron crecerse en la atención a la población y en el desarrollo y producción de equipos, fármacos y dispositivos para aliviar las consecuencias de la Covid-19 en el país antillano.
Cuba afrontó durante la etapa pandémica por la referida enfermedad la necesidad de suplir la falta de respiradores en salas de terapia intensiva y desarrolló nuevos protocolos y sistemas de tratamiento y atención de los pacientes contagiados, explicó.
Toda esa experiencia Cuba la pone a disposición del mundo y en especial al alcance de países hermanos como Irán, remarcó Cabrisas, país con el que la isla compartió tecnología y conocimientos en el desarrollo de vacunas.
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