Según el sondeo realizado por la agencia Ipsos UK para la cadena Sky News, el 27 por ciento de los entrevistados dijo que recurre a ese método para lidiar con la crisis del costo de la vida.
Un 65 por ciento afirmó que no enciende la calefacción, mientras que otros (52 por ciento) optan por salir menos de casa a socializar con amigos y familiares, y un 44 por ciento utiliza menos sus automóviles o decidió hacer las compras en supermercados más baratos.
La encuesta hecha la semana pasada entre poco más de dos mil personas arrojó que el 89 por ciento de la población está preocupada por el impacto que tendrá la crisis del costo de la vida en los próximos meses.
El estudio divulgado este martes se suma a otro similar hecho por la Food Foundation, que la semana pasada aseveró que siete millones 300 mil personas, entre ellos 2,6 millones de niños, padecen de inseguridad alimentaria en el Reino Unido.
Los británicos enfrentan desde el mes pasado un alza del 54 por ciento en los servicios de electricidad y gas, un incremento del impuesto sobre la seguridad social y una inflación por encima del siete por ciento por primera vez en los últimos 30 años.
El gobierno, que achaca la crisis al impacto global de la guerra ruso-ucraniana sobre el precio del combustible y productos básicos como el aceite de girasol y la harina de trigo, adoptó algunas medidas para ayudar a las familias más pobres.
Las autoridades conservadoras se niegan, sin embargo, a imponer un impuesto único sobre las ganancias escandalosas obtenidas por las petroleras, como le sugiere la oposición.
Al respecto, el diputado laborista Jonathan Ashworth, quien se desempeña como ministro de Trabajo y Pensiones en el llamado gabinete a la sombra (opositor), advirtió que el Reino Unido va camino a sufrir un ´tsunami´ que arrastrará a millones de familias, incluido 500 mil niños, a la pobreza absoluta.
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