De acuerdo con la revista Stem Cells Translational Medicine, pacientes con esa enfermedad fueron inyectados ‘con un preparado celular que contenía células madre adultas extraídas de su propia grasa’.
Los resultados demostraron que el tratamiento inducía la regeneración de los vasos sanguíneos que rodeaban las úlceras y aceleraba la cicatrización, todo ello sin efectos secundarios graves.
En tal sentido, los expertos consideran que este trabajo debe ser revisado pues demuestra la posibilidad de una novedosa terapia de inyección de células que puede aliviar el dolor y la infección, acelerar la curación de las heridas y evitar la amputación.
‘Las terapias celulares ganan atención como opciones viables para ayudar a restaurar los vasos sanguíneos dañados e inducir la formación de otros nuevos’, subraya la fuente.
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