El galeno, quien funge como director del centro de salud, fue secuestrado el pasado martes muy cerca del nosocomio, y residentes de la zona levantaron barricadas y exigieron al Gobierno cumplir sus responsabilidades.
El hospital Universitario recordó que el médico trabaja en la institución desde hace 45 años y presta su servicio con un fuerte sentido de “sacerdocio”, mientras denunció la “práctica atroz” que priva a los ciudadanos de sus profesionales.
En la nota reclamó a los secuestradores liberar incondicionalmente a las víctimas, y poner fin a la actividad destructiva de las familias haitianas.
Pierre-Pierre se suma a la cada vez más extensa lista de secuestrados, entre los que figuran varios médicos, y ha provocado un movimiento de solidaridad en el gremio.
La víspera varios hospitales privados y públicos cerraron sus puertas o limitaron sus servicios a emergencia, en protesta contra la retención de la pediatra Bennety Augustin desde el 5 de mayo, pese a que se pagó un rescate.
Hasta mañana sábado las sociedades especializadas, comunidad de auxiliares asistenciales, hospitales públicos y privados, y las clínicas realizan un paro laboral para reclamar a las autoridades el derecho a disfrutar de la libertad, y de tratar y salvar vidas humanas en paz y tranquilidad, escribieron en un comunicado.
Por su parte, cientos de ciudadanos se manifestaron este jueves contra el auge de la violencia tras reportarse otro caso de rapto en Laule, pero fueron repelidos por la Policía.
Haití sufre una extensiva ola de violencia, en especial en el área metropolitana donde aumentaron los asesinatos y secuestros y la amenaza con dejar aislada a la capital.
A finales de abril los enfrentamientos entre dos pandillas dejaron al menos 188 fallecidos, casi la mitad de ellos civiles, mientras más de nueve mil personas fueron forzados a desplazarse.
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