Los galenos recordaron que Pierre presta servicios a la comunidad desde hace 45 años y exigieron a las autoridades policiales y judiciales realizar las acciones necesarias para su liberación.
Los residentes precisaron que los pacientes ya hospitalizados recibirán atención médica, y expresaron su compromiso con la creación de una célula para atender las urgencias.
Este es el cuarto hospital de la capital cuyos servicios se limitaron o cesaron para denunciar los secuestros que afectan a la comunidad sanitaria, y el clima general de inseguridad.
La víspera el nosocomio Bernard Mevs, uno de los más importantes en la práctica privada anunció el cierre de sus instalaciones en solidaridad con la Sociedad Haitiana de Pediatría que llamó al paro luego del secuestro de la doctora Bennety Augustin. Dos semanas antes las instituciones St. Damien y St. Luc de la capital, que brindan atención pediátrica, oncología juvenil y maternidad, también limitaron sus servicios a emergencia y recordaron que el personal sanitario en repetidas ocasiones no puede llegar a los centros de salud de forma segura.
Los casos de secuestros se dispararon este año afectando a todos los estratos sociales, mientras en las zonas vulnerables las pandillas se enfrentan con altos niveles de violencia, y provocan la muerte de decenas de civiles, incluidos niños.
“La violencia armada alcanzó niveles inimaginables e intolerables en Haití”, dijo el martes la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michel Bachelet, y pidió a la comunidad internacional redoblar esfuerzos para impedir que la situación no se vuelva aún más incontrolable.
Según el reporte de la ONU, al menos 92 personas no afiliadas a las pandillas perdieron la vida del 24 de abril hasta el 16 de mayo, mientras 113 resultaron heridas, 12 desaparecieron y 49 fueron secuestradas.
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