El pedido lo hicieron en una reunión virtual encabezada por las cancilleres de Colombia y Panamá, Claudia Blum y Erika Mouynes, respectivamente, y la participaron de funcionarios de Migración, Seguridad y Salud de ambos países, además de los embajadores de cada nación, señala una nota oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIRE) panameño.
Mouynes trasmitió la preocupación de su Gobierno por el arribo de una altísima cifra de migrantes extracontinentales (principalmente africanos) ‘que pueden ser difíciles de manejar si no se actúa con celeridad y de forma coordinada’, por lo que sugirió un acuerdo binacional.
El pacto tiene como antecedente uno similar de Panamá con Costa Rica que data de 2016, porque la gran mayoría de los irregulares pretenden transitar por Centroamérica para llegar a Estados Unidos, y ‘nuestra intención es poder tener un flujo ordenado y manejable que permita darles la atención necesaria en su paso hacia la otra frontera’, afirmó.
La titular propuso que esta solicitud de urgencia podría complementarse con un acuerdo que contemple cooperación e intercambio de información y medidas de seguridad, y ampliar la convocatoria a países involucrados en este fenómeno persistente como Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Costa Rica y Estados Unidos.
En esta primera reunión se recomendó retomar el Memorando de Entendimiento para la cooperación en la prevención, investigación y control de la trata de personas y para la asistencia y protección a las víctimas, documento propuesto por la Comisión Binacional de Fronteras el pasado mes de septiembre.
Durante el primer trimestre de 2021 ingresaron por el Darién siete mil 150 migrantes, de ellos cuatro mil 403 solo en marzo, sin controles previos de bioseguridad, a pesar de la existencia de disposiciones en materia de salud en las naciones por las que transitan, informó el MIRE.
De 2010 a 2019 las estadísticas del Servicio Nacional de Migración arrojaron que 111 mil 159 personas utilizaron la ruta del Darién para ingresar ilegalmente a Panamá, movimiento que tuvo anteriormente sus picos en los años 2015 (28 mil 289) y 2016 (30 mil 055) con fuerte presencia de los antillanos, seguidos de asiáticos y africanos.
La nación istmeña es un corredor por donde los irregulares confluyen en Puerto Obaldía, en el Caribe, o en las trochas del Darién, para seguir la ruta hacia territorio estadounidense, pero quienes lo logran llevan a cuestas la pesadilla de un trayecto donde los peligros ponen su vida en riesgo en múltiples ocasiones.
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