Los mecanismos de aviso oportuno deben ayudar a fortalecer la comunicación entre los estados, lo cual podría ayudar a reducir el número de víctimas, dijo el jefe de la delegación angoleña, Eugénio Laborinho, al intervenir este miércoles en un foro celebrado en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial.
Según evaluó, la situación humanitaria en el continente alcanzó niveles preocupantes, debido a diversos fenómenos, entre ellos, las variaciones climáticas extremas, los fenómenos naturales, los delitos transnacionales y los conflictos internos en algunos países.
En la reunión del consejo ejecutivo de la Unión Africana (UA), el ministro angoleño del Interior también llamó la atención sobre las crecientes consecuencias de dichos flagelos, a saber, las migraciones forzadas, los grandes flujos de refugiados y los desplazamientos internos; elementos, estimó, que obligan a coordinar esfuerzos en la búsqueda de soluciones, con sentido pragmático.
Las respuestas a estos problemas implican la movilización y la disponibilidad de recursos que deben dirigirse a la prevención y el fomento de la resiliencia en las comunidades y localidades afectadas, juzgó Laborinho, cuyo discurso fue divulgado en Luanda por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Es preciso capitalizar la protección social inclusiva, promover la seguridad alimentaria y el acceso a primeros auxilios, dijo el experto, quien consideró la necesidad incluir tales asuntos entre las prioridades de inversión a escala nacional, regional y continental.
De acuerdo con la UA, actualmente hay alrededor de 113 millones de personas necesitadas de ayudas humanitarias en África, de las cuales 48 millones son refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos.
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