Las instituciones sanitarias suspendieron sus servicios el pasado 7 de mayo, luego que Augustin fuera retenida por hombres armados dos días antes en Laboule, una zona agrícola del sur de Puerto Príncipe.
En una nota de la Fundación Saint Luc, a la cual pertenecen los centros de salud, reiteraron que la situación de seguridad afecta considerablemente la disponibilidad del personal médico, y aseguraron que estos profesionales son actualmente el principal objetivo de los captores.
“Un hospital sin personal médico puede considerarse un almacén de enfermos. Por lo tanto, la disponibilidad de la atención se reducirá considerablemente”, expresaron en el comunicado y exigieron a las autoridades tomar medidas urgentes para restablecer el clima de paz.
Además del Saint Damien y Saint Luc, otros centros de salud también redujeron sus servicios en solidaridad.
En mayo, al menos tres profesionales de la salud fueron secuestrados en la capital, en medio del auge de estos fenómenos a mano de las bandas armadas que operan en la región.
La semana pasada, residentes del Hospital Universitario Estatal de Haití, el más importante de su tipo en el país, anunciaron un paro luego de la incautación del director médico de la institución.
Además de lo galenos, decenas de personas fueron secuestradas durante el mes de mayo, entre ellos 27 niños en el distrito de Croix des Bouquets, una zona controlada por grupos armados. La Policía anunció que liberó a los infantes tras un operativo y los devolvió a la escuela.
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