En el informe Perspectivas Económicas Mundiales, el texto explica que esos elementos podrían ocasionar una recesión global a menos que se pongan en marcha importantes aumentos de la oferta.
En ese sentido el BM recortó el pronóstico de expansión económica mundial en 2022 a 2,9 por ciento desde una proyección del 4,1 en enero y del 3,2 en abril.
De acuerdo con el documento existen diversos elementos que respaldan esa proyección como son el alza de los precios de la energía y los alimentos, y un impulso de los bancos centrales a nivel global para aumentar las tasas de interés desde niveles mínimos.
A ello se unen las interrupciones en el suministro desde el inicio de la pandemia de la Covid-19 y otras surgidas después del conflicto a Ucrania.
“Para muchos países, la recesión será difícil de evitar”, alerta la entidad bancaria.
Con los impactos adversos de los últimos dos años, pronostica, el ingreso real per cápita se mantendrá por debajo de los niveles anteriores a la Covid-19 en aproximadamente el 40 por ciento de las economías en desarrollo en 2023.
Además de los riesgos crisis financieras debido al aumento asociado de los costos de endeudamiento global y las depreciaciones del tipo de cambio, afirmó el Banco Mundial.
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